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Sviatoslav Shevchuk: «Queremos la paz, no una tregua. Sin justicia, la paz es imposible»

El jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana participa en un encuentro de oración en Filadelfia

El arzobispo mayor de los greco-católicos ucranianos participó de un encuentro de oración ecuménico en Filadelfia (EE.UU), a 3 años del inicio de la guerra

 

Estuvo acompañado por el arzobispo local, monseñor Nelson Pérez, al dirigir una oración por la paz en Ucrania el domingo 16 de febrero en la catedral de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo

 

Agradeció a los católicos estadounidenses su apoyo y solidaridad y afirmó: «Queremos la paz. Una tregua que deja a la gente sufriendo bajo la ocupación es más bien una burla cruel. Sin justicia, la paz es imposible: es una ilusión y una promesa vacía»

 

El arzobispo mayor de los greco-católicos ucranianos participó de un encuentro de oración ecuménicoen Filadelfia (EE.UU), a 3 años del inicio de la guerra.

«Un alto el fuego no es la paz y un acuerdo político no puede restablecer la justicia. Una tregua que deja a la gente sufrir bajo la ocupación es una tortura cruel. Sin justicia, la paz es imposible: se convierte en una ilusión, una promesa vacía». Así lo afirmó Su Beatitud Sviatoslav Shevchukjefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, quien ayer dirigió en Filadelfia (Estados Unidos) una oración ecuménica por la paz en Ucrania, ocasión en que lanzó un nuevo llamamiento a la comunidad internacional.

«¡Nos mantenemos firmes porque no estamos solos!», expresó el arzobispo mayor en la celebración, que tuvo lugar el domingo 16 de febrero en la catedral de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, de Filadelfia, acompañado del arzobispo local, monseñor Nelson Pérez, al dirigir una oración por la paz en Ucrania.

Además, en su discurso, Su Beatitud Sviatoslav agradeció a los católicos estadounidenses por sus oraciones, apoyo y solidaridad durante la guerra.

«Dios siempre está del lado de los inocentes. Él está con nosotros. Dios está aquí. Nos mantenemos firmes porque millones de personas en todo el mundo, personas como ustedes, están orando y apoyándonos. Creen que con Dios existe el bien y la verdad, y que el mal, la mentira y la muerte nunca tendrán la última palabra. Estamos vivos porque no estamos solos. ¡Gracias por estar con nosotros!«, manifestó.

El arzobispo Nelson Pérez, por su parte, comparó el camino de Ucrania con el viacrucis. «Al recorrer el viacrucis, recorremos al mismo tiempo el difícil camino de la paz. Todas las personas de buena voluntad desean la paz. Sin embargo, la paz significa más que la ausencia de guerra. Como decía el Papa san Pablo VI: ‘Si quieres la paz, trabaja por la justicia'». «Cualquier trabajo futuro por la paz debe incluir la justicia, para abordar el trauma infligido a Ucrania y garantizar el respeto de sus históricas fronteras soberanas», agregó.

A su vez, el líder de los greco-católicos ucranianos destacó que «su apoyo me da la fuerza para enjugar las lágrimas de las viudas y los huérfanos, que han perdido lo más preciado, para encontrar palabras para apoyar a los soldados heridos y para consolar a aquellos cuyos hogares y vidas han sido destruidos. Yo encuentro fuerza en ustedes: en sus oraciones, en su generosidad, en su presencia».

Subrayó asimismo que «el tercer aniversario de la guerra a gran escala contra Ucrania es a la vez doloroso, porque la guerra trae muerte y destrucción, y victorioso, porque el país, al que no se le dio ninguna oportunidad contra un enemigo superior, se ha mantenido firme durante tres años».

«Queremos la paz. Todo ucraniano anhela la paz, noches sin ataques aéreos, mañanas sin explosiones, días sin muertes y noches sin miedo, pero un alto el fuego no es paz, sino un acuerdo político que no puede traer justicia. Una tregua que deja a la gente sufriendo bajo la ocupación es más bien una burla cruel. Sin justicia, la paz es imposible: es una ilusión y una promesa vacía», afirmó Su Beatitud Schevchuk.-

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