Entrevistas

Expresidente de los obispos de Perú: «El Papa sabe que puede haber discrepancias, pero procura que no haya discordias»

Alfa y Omega recibe en su sede a Salvador Piñeiro, que en su día presidió la ordenación episcopal de Robert Prevost. «Va a seguir el camino del Papa Francisco», afirma

Salvador Piñeiro fue uno de los tres obispos que presidieron la ordenación episcopal de Robert Prevost en Perú, en el año 2014. Ya lo conocía de años atrás como misionero agustino, y pudieron trabajar codo a codo en el episcopado peruano, como presidente y vicepresidente.

¿Cómo recibieron la noticia en su país de que había sido elegido Papa?
Yo estaba en Portugal en una reunión, pero me emocioné cuando lo vi salir al balcón de San Pedro. Tenía la corazonada de que podía salir elegido, porque tiene muchas cualidades. Es buen comunicador, sencillo, domina idiomas, le gusta mucho escuchar. Esa misma relación con Estados Unidos, el conocimiento tan amplio de la pastoral en el mundo… Estamos muy contentos.

Y es un gran misionero, en línea con la historia de la presencia de los agustinos en Perú. Recién ordenado sacerdote, pidió ser misionero en el Perú, y estuvo por más de diez años, muy vinculado en las zonas del norte como docente y promotor de las vocaciones. Más adelante, cuando le eligieron prior general de la orden y viajaba por todo el mundo, no olvidó su compromiso con el Perú.

¿Puede dar algún detalle?
El guardaba su carnet de extranjería y daba la cuota anual, la tasa que debían pagar los ciudadanos de fuera, porque en ese tiempo era ciudadano americano. Él no quería perder la responsabilidad con el Perú. Incluso cuando terminó su misión, le pidió al Papa Francisco volver al Perú. Y el Papa le dijo que sí, pero como obispo. Para ser obispo en mi país hay que ser nacionalizado peruano, y él lo hizo. Entonces su compromiso ya fue total.

Ha dejado un buen recuerdo allí…
Muy buen recuerdo. Ya le han sacado un canto, y en algunos restaurantes ya han colgado algún cartel: Aquí almorzó el Papa. Ya todo el mundo se sube al carro [risas]. En el Vaticano han contratado una cocinera peruana, eso me han dicho, no sé. Yo lo que sé es que le gusta el menú peruano.

Piñeiro y el Papa durante su encuentro en Roma
Piñeiro y el Papa durante su encuentro en Roma. Foto cedida por Salvador Piñeiro.

¿Qué cree que vio en él Francisco para darle esa responsabilidad de obispo en su país?
Él es muy profundo en sus decisiones, muy cercano, sencillo y humilde. No muestra arrogancias. No vino a conquistar la América, sino a servirnos. Y en el espíritu de Agustín, que es de mucha comunicación, de dar la verdad y construir el amor. Tenemos que ser comunicadores de la verdad y constructores de la unidad. Siempre busca la unidad, la comprensión.

¿Cómo es el Papa de cerca?
Es muy acogedor, muy cercano, muy fraterno. Le gusta mucho escuchar, que le cuenten las cosas. Tiene esa cercanía de sencillez, de humildad, es un hombre muy profundo.

¿También en las tareas de trabajo en la conferencia episcopal?
Teníamos una relación muy cercana, muy fraterna, nos ayudó mucho. Yo le decía: «Robert, este documento, ¿qué te parece? ¿Lo publicamos?». «Mañana te cuento», me respondía. Se ve que la almohada era la mejor consejera, y al día siguiente me decía: «Vale la pena publicarlo», o «Tal vez no es oportuno». No es una persona impulsiva, impositiva. Escucha, ve las opciones y nos ayuda a hacer las decisiones.

Algo que no se ha subrayado mucho es que tiene un magisterio muy serio, muy profundo, porque también es buen canonista. Conoce las normas, los programas de la Iglesia. Y sabe que somos frágiles, que puede haber discrepancias, pero procura que no haya discordias. Eso es muy hermoso.

Han podido verse después de su elección en Roma. ¿Cómo fue ese encuentro?
Yo le dije el otro día: «Santidad, me hiciste llorar cuando te vi en el balcón». Me gustó que mandara en castellano su saludo al Perú. Tuvimos una entrevista muy cordial. No le hemos llevado problemas, ya bastante los que aparecerán en el camino [risas], sino nuestro cariño. Le llevé de obsequio un cuadro del Señor Nazareno, patrono de Huamanga, mi diócesis, y una caja de chocolates que me regalaron las Esclavas del Sagrado Corazón el día anterior.

Todo Papa que llega a la sede de Pedro tiene una parte de continuidad con el pontificado anterior y también una parte de sorpresa. ¿Dónde están en el Papa León ambas dimensiones?
¡Ay estos periodistas me quieren que yo profetice! [risas]. Yo creo que, en su sencillez, en su cercanía, en no ser nada complicado, va a seguir el camino del Papa Francisco. Pero también va a poner lo suyo: es buen canonista, buen matemático, muy ordenado en sus decisiones. En ese sentido tiene la mentalidad más norteamericana, más precisa. –

Expresidente de los obispos de Perú: «El Papa sabe que puede haber discrepancias, pero procura que no haya discordias»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo 

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba