Carta al Niño Jesús

Querido Niño Jesús:

Tú sabes que aquí en Venezuela los niños suelen hacerte cartas en navidad y te piden juguetes y cosas lindas. Yo hacía las mías y tengo bonitos recuerdos. Ya no soy una niña, pero te hago mi carta porque tengo cosas que contarte y muchas cosas qué pedirte.

Antes de pedir nada, comienzo por dar gracias por todo lo que tu nacimiento, en ese pesebre de Belén, nos ha enseñado. El valor de la humildad y la sencillez, la capacidad de atreverse a pedir ayuda buscando posada para que María pariera, no todos se atreven a pedir ayuda, y eso es señal de inteligencia y de confianza en el otro, muy necesarios en esta Venezuela de hoy, cargada de angustias, pero también con mucha gente buena haciendo el bien, calladamente.

Y ahora van mis peticiones. Cuando veo tu nacimiento, con José y María, y con pastores visitándoles, pienso en los niños y niñas se han quedado sin sus padres, porque estos han salido o a las minas del sur o a otros países buscando nuevos modos para dar de comer a sus hijos. Son muchos Jesús los que se han quedado sin padre o sin madre. Pido que les ayudes a tener familia de nuevo, la familia es la base de la sociedad, la familia es la primera escuela para enseñar a convivir.

Te pido también que, así como los pastores caminaron con el objetivo de visitarte, así también los venezolanos podamos caminar con horizontes comunes, reconstruir la confianza entre nosotros, podemos no ser tan amigos, pero podemos buscar el bien común. Verte recién nacido en ese pesebre, les dio alegría, pues también los venezolanos necesitamos alegrías comunes.

Seguro que los pastores te cantaron. Aquí somos un país musical, hay un Sistema nacional de orquestas que incluye a muchos niños y jóvenes y les salva de agarrar malos caminos y dan mucha alegría, y  además, en navidad en este país, “cualquier lata sirve de charrasca” y con un cuatro muchos se animan a cantar, inventamos estrofas, como estas que te voy a escribir: “A José y María/ en la navidad/pido que nos traigan más fraternidad// Al Niño Jesús/ en esta oración/ pido que los niños/ tengan educación// El niñito lindo/ oiga mis lamentos/ que los niños todos/ tengan alimentos// Y para cuando estés mas grande: Ahí viene Jesús/ con José y María/ pidiendo su cupo en Fe y Alegría//. Y también, hay ciudadanos que te pedimos cosas tales como: Al Niño Jesús/ le vengo a pedir/ que el agua por tubo/ nos vuelva a salir// Seguro que José y María se rieron con esta petición. Cuando yo la canto, me aplauden, jeje.

También me gustaría pedirte, que no sólo en navidad, los venezolanos nos visitemos, compartamos nuestros miedos y esperanzas. Tu sabes que miedo compartido toca menos por cabeza, y cuando se comparten alegrías se agradan, y cuando se comparten esperanzas se anima uno a caminar.

Quiero pedirte también, que así como los Tres Reyes Magos se pudieron guiar gracias a una estrella, que nos des a los venezolanos una estrella que nos ayude a ver por donde caminar para reconstruir el país.  Andamos medio perdidos, mirando unos para un lado y otros para otro lado, con poco diálogo.

Bueno Niño lindo, como verás no son juguetes lo que te pido, aunque por supuesto, juguetes para esos niños que no tienen nada con qué jugar, no vendría mal. Ojalá que nos des también la capacidad de tener la sensibilidad de ver la tristeza de muchos niños y adolescentes, esos por ejemplo que están en las esquinas ofreciéndose para limpiar para brisas, un detalle no les vendría mal y me consta que lo agradecen.

Termino esta carta con el coro de un villancico que canto desde que era niña, y sigue vigente: Nació el Redentor, nació, nació/ en humilde cuna, nació, nació/ para dar al hombre, la paz, la paz/ paz y ventura, ventura y paz. Danos ventura y mucha paz, y también fortaleza para promover la paz. Saludos a José y a María.-