In memoriam: Padre Oswaldo García «Capocho»
Su popularidad era enorme por su espíritu misionero y el desprendimiento de todo lo material

Cardenal Baltazar Porras Cardozo:
El 13 de diciembre, fiesta de Santa Lucía falleció el casi centenario Padre Oswaldo García, benemérito sacerdote del presbiterio tachirense. Guardo un grato recuerdo de él pues lo conocí en las vacaciones de agosto de 1954 en Táriba donde ejercía como vicario cooperador del benemérito Mons. Briceño, merideño párroco de la Consolación durante medio siglo. Fue el primer sacerdote ordenado por Mons. Alejandro Fernández Feo y tuvo con mi familia, abuela y tías una amistad que lo hacía visitar con frecuencia la casa de mis mayores. Mi primo Hildemaro fungía a ratos como monaguillo de la Basílica y luego de la misa mañanera o en las noches al frente de la casa parroquial dialogaba con los muchachos que nos acercábamos a él. De carácter jovial y exigente, tenía una capacidad de conectar con la juventud y con todos los que se acercaban a él. Oriundo de Rubio estudió en el Seminario Santo Tomás de Aquino que funcionaba entonces en la ciudad de San Cristóbal y en el Seminario Interdiocesano de Caracas donde concluyó sus estudios sacerdotales. Mantuvo siempre la relación con mi familia cuando le tocó ser párroco en la zona panamericana tachirense que apenas comenzaba a desarrollarse, en Seboruco, en San Cristóbal y otras parroquias que se me escapan.
La amistad con Mons. Antonio Arellano Durán lo llevó a acompañarlo en San Carlos, estado Cojedes durante más de tres décadas. Su popularidad era enorme por su espíritu misionero y el desprendimiento de todo lo material. La gente de este llano central lo acompañaba y con los años lo conducía de una a otra parte donde ejercía como un muchacho, con entusiasmo que enamoraba a seguir a Jesús. Cargado de años tenía una energía contagiosa pues su vida no tenía otro norte sino servir a la gente, edificar el reino de Dios a su alrededor.
Me acompañó el día de mi ordenación episcopal rodeado de mis familiares, lo que selló mi admiración creciente pues un modelo de sacerdote a imitar por todos, pues evangelizar es sobre todo dar ejemplo alegre de la vocación recibida. Desde el cielo en compañía de Jesús, María y José interceda por su tierra.
Descanse en paz.-
22-12-25




