Testimonios

Juan Carlos Núñez, la creación como ejercicio de libertad

Juan Carlos Núñez, la creación como ejercicio de libertad

Sin compositor no hay música, sin obras no hay grandes intérpretes “
JCN

Diana Arismendi

El Maestro Núñez cumple 75 años, (19 de septiembre 1947). El medio musical debería estar de fiesta. Nuñez, es uno de los compositores más prolíficos de la historia de la música en Venezuela, gran compositor sinfónico en su catálogo se acumula una larga lista de obras dramáticas de diverso corte: ópera, cantatas, misas, obras escénicas; los conciertos, el más reciente -creo- de oboe,  los míticos para órgano, cello (Poulet concerto); muchos otros  -quizás alguno sin estreno formal- para violín, flauta y violín, trompeta. Sus portentosas Toccatas, la primera de larga vida, escrita en 1972, cumple 50 y sigue vigente en la programación; la segunda, para cerrar el siglo (1999), el autor revisa y se expresa  sin nostalgia en una forma conocida. El ya legendario “Tango Cortázar” y más reciente, el hercúleo Concierto para orquesta. Valioso además de prolífico, pues a decir verdad, la calidad es lo que cuenta.

Quienes lo queremos y admiramos estamos de fiesta, se festeja una vida intensa y productiva; un camino en el arte como el suyo, una entrega a la creación como la suya.

Mi tono no puede ser menos que celebratorio, la ocasión lo amerita, pero no puedo dejar de señalar que -como siempre- el medio musical parece olvidar fechas tan importantes como esta. Hace poco me decía una amiga que, a veces, las instituciones destacan “hasta el día de la gota de agua” mientras dejan pasar una fecha como esta sin ruido.

El Maestro Núñez, a tiempo presente, se erige como el decano de la composición en Venezuela, una carrera en la que ha conciliado la dirección orquestal, estrenando la mayor parte de las veces sus propias obras; la docencia, formando generaciones de talentosos compositores en  escenarios no tradicionales. Ha destacado igualmente como pianista, paseándose  por distintos géneros, el jazz, la salsa, la música venezolana, donde ha dejado huella como arreglista. Pero  sin duda, Juan Carlos ha dedicado su vida, su fuerza, su pasión  sobre todo a la composición.

Dotado de un pensamiento complejo y una curiosidad voraz, conversar con Juan Carlos puede ser un reto, sus referencias a la filosofía, la sociología, la historia, la literatura y el pensamiento pueden dejar boquiabierto a más de uno. Obsesivo, recurrente, inquisitivo, grandilocuente por momentos, a veces sus ideas parecen ir más rápido que la palabra. Sus alumnos, para quienes hay lecturas obligatorias lejos del ámbito musical, para poder definir un término manido como “nacionalismo”  que el Maestro explica desde dentro (de la música y del momento histórico de ruptura que le tocó vivir) y desde fuera, con la pericia de un analista de las ciencias sociales: reflexión y síntesis. Puedo imaginar a sus alumnos, diccionario de referencias en mano, para poder seguir la ruta de su pensamiento que, lejos del caos, conduce a la estructura.

Pensamiento complejo, profundo, junto a un verbo encendido, da como resultado una música clara, estructurada, límpida,  alejada de estéticas donde el lenguaje racional o intelectual sobrepasa lo artístico. La música de Juan Carlos Nuñez  es de una gran fuerza expresiva y una coherencia formal de primer orden.

El teatro y el cine han sido columna vertebral de su vida, la literatura la compañera de viaje de su música: Pablo Neruda, Federico García Lorca, Walt Whitman, Yukio Mishima, Arturo Uslar Pietri, Julio Cortázar, César Vallejo, Vicente Gerbasi, Rómulo Gallegos…

Una intensa vena religiosa, mística, que al principio puede sorprender, subyace en su obra. Si alguna vez lo percibimos como un hedonista, entendemos que no teme ir más allá, a lo hondo, que a través de los sentidos alcanza el espíritu, y allí encuentra ese mundo profundo y maravillosamente místico, ese que nos mostró en su Misa de Resurrección, estrenada en abril pasado en el Teatro Teresa Carreño, bajo su batuta  junto a la Sinfónica  de Venezuela, el coro del teatro y destacados solistas. Esta Misa de Resurrección, es de la estirpe de “Los martirios de San Sebastián”, del “Réquiem a la memoria de Don Simón Bolívar” y de la “Misa de los Trópicos”, dedicada a la Madre María de San José.  En el año 2019 tuve el primero de mis “Encuentros con maestros de la música” con Don Juan Carlos, un privilegio. ¿Se considera un hombre de fé? Allí sobre este tema me dijo:
mi respuesta es: un ateo piensa que siendo ateo resuelve el problema de Dios. Si no somos unidimensionales y creemos en la historia no podemos decirle que no a la religión, no me refiero a la religión católica, a la religión. La religión católica tiene un cuerpo histórico que debería incidir en la sociedad. Odiarlo, negarlo, es, a mi juicio, una especie de visión limitada de la sociedad. Por eso pienso que, a pesar de ser un creyente, creo que Dios está en nosotros 30%. El 70% restante tenemos que hacerlo nosotros”.

https://www.elnacional.com/papel-literario/encuentros-con-maestros-de-la-musica-juan-carlos-nunez/embed/#?secret=ZYHfv9kHYS

Juan Carlos continúa, imparable, construyendo su obra. Compone como é mismo revela, con papel y lápiz… “sigo fiel al pentagrama y al lápiz de grafito” lejos de las tecnologías digitales, regala cada día de trabajo el espacio y el silencio a su oído interior, a su yo profundo, con el que mantiene “una discusión estética  interna”.

Nuñez es un creador que esgrime su libertad.

¡Feliz cumpleaños, Maestro!

Pronto le haré llegar su regalo: papel pentagramado y un par de buenos lápices.

¡Larga vida, Maestro!  Esperamos que siga regalándonos su maravillosa música.-

Septiembre 24, 2022/Pararescatarelporvenir

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