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GFED, un fondo de inversión con valores católicos: transparencia y un gran beneficio al bien común

Hace ahora un año, la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales publicaba Mensuram bonam, una novedosa y completísima guía para que los católicos inviertan su dinero de acuerdo al Evangelio y a la Doctrina Social de la Iglesia.

La agencia de valores Gestión Fondo Endowment (GFED) tiene precisamente como manual de acción este documento de la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales. Además de conseguir la mayor rentabilidad posible para sus clientes, GFED se preocupa de que todas sus inversiones sean en empresas o sectores que respeten los principios cristianos.

Ganar dinero con impacto social

«Mensuram Bonam es la guía para el inversor católico, no está destinada solo a los de arriba, es también para el pueblo llano, a gestores de fondos, a directivos de empresas, a consultores… pero, también, a las familias cristianas que ahorran«, comienza diciendo Antonio Ramírez, Director de Fundraising y Consultoría de GFED.

«La Conferencia Episcopal de Estados Unidos lleva muchos años intentando decirle a los católicos cómo deben plantearse el mundo de las inversiones. Ahora, esta es una guía para la Iglesia universal. Con este documento vemos que es importante animar al católico a que planifique su futuro desde ya, y que, como los talentos, ese ahorro lo pongamos a trabajar», dice María Vázquez, CEO de GFED, a ReligiónEnLibertad.

Un campo, el de las inversiones con principios éticos, que todavía es muy desconocido y que puede traer mucho bien a los particulares y a toda la sociedad. «El documento dice que debe haber un retorno económico, pero, también, un retorno social, que ganes dinero pero que además haya un impacto social positivo. Invertir nunca es neutro, o ayuda o resta, ninguna inversión es moralmente neutra, o ayuda al bien o lo reduce», comenta Ramírez.

Por eso, ayudar a los más necesitados no es incompatible con invertir. «No es incompatible, hay un modelo en el que inviertes a largo plazo y, de lo que consigues, una parte se la das a Cáritas o a cualquier organización que tu prefieras, y el resto son tus ahorros. Lo que no vale es decir: tengo 100 en el banco, viene el Domund, saco cinco y ya está. Lo bueno es que todos los años puedas dar cinco sin que se te gasten los cien«, explica.

gefdMaría Vázquez, CEO de Gestión Fondo Endowment (GFED), y Antonio Ramírez, Director de Fundraising y Consultoría de GFED.

Además, una inversión ética, vista con perspectiva, es mucho más rentable que la especulativa, que pone el dinero en armamento o en mineras que contaminan el medio ambiente. «Hay fondos de universidades católicas que llevan 80 años o más, con guerras mundiales de por medio, que te dan una perspectiva. Claramente la inversión ética da mucho más resultados que una inversión especulativa en la que luego pierdes todo«, asegura Antonio Ramírez.

Sin embargo, lo que el mundo llama «ético», no es lo que la Doctrina Social de la Iglesia llama ético. Por eso, para ayudar a las congregaciones religiosas, universidades… o a los particulares católicos a saber invertir, existen empresas de gestión del patrimonio con criterios cien por cien católicos, como es el caso de la agencia de valores Gestión Fondo Endowment (GFED) (accede aquí a la web de GFED para saber más).

«Nosotros primero nos centramos en sectores donde se hacen las cosas bien, se respeta la dignidad de la persona, no se trabaja con niños… en sectores que hacen que el mundo sea un poco mejor. También tenemos el compromiso de participar de esas inversiones, tenemos que acompañarlas, estar encima de ellas. No te puedes sentar en una inversión y decir ya está. Hay que estar pendiente de las noticias, de las empresas, de las personas que las forman. Muchas empresas cambian de política, tienes que ir analizando si tenemos que salirnos de aquí, porque no nos han hecho caso, o al revés…», dice Ramírez.

«Nosotros vamos siempre al producto final. Cuando se quiere invertir en un sector, vemos el fondo y descubrimos que dentro de él hay a su vez otro fondo, y tenemos que llegar hasta el final y saber qué hay detrás de todo para luego poder invertir. Llegar hasta ese punto no lo hace casi nadie, esto es lo que más valoran nuestros clientes. Nosotros podemos explicar el proceso de inversión de cada euro que ha entrado y de por qué ha llegado a donde ha llegado», añade. 

Selección cuidadosa de valores

El fondo de GFED nace en el año 2013 y da cobertura a instituciones y particulares que necesiten un gestor que les ayude a crear una cartera diversificada y guiada por la Doctrina Social de la Iglesia. Se trata de un fondo mixto y conservador, en el nivel 3 sobre 7 de riesgo.

«Hay grandes bancos que ofrecen invertir de acuerdo a criterios, por ejemplo, judíos, o de cualquier iglesia o ideología. El cliente tiene un criterio y la entidad le ofrece lo que quiere. Con nosotros, en cambio, es distinto. A nosotros no nos da igual. Si quieres invertir con nosotros vas a tener que invertir conforme a la Doctrina Social de la Iglesia. No te vamos hacer una cartera con farmacéuticas que vendan abortivos», explica Antonio Ramírez.

«No hacemos esto porque haya una moda de hacer fondos católicos, como en su día se hicieron fondos de tecnología o de otras cosas. Estamos convencidos de que es lo mejor que podemos hacer. Nuestro fondo tiene 180 valores y podemos dar razón de cada uno de ellos: hemos invertido aquí por esto o hemos hecho estas otras revisiones éticas», añade.

GFED selecciona cuidadosamente los valores, presiona en las Juntas… y garantiza que se cumplen los principios hasta el último paso de la inversión. Siempre van al activo final y ven si es elegible o no, sea un bono, una acción de una empresa… GFED invierte además en activos que se puedan liquidar día a día. Si mañana se quiere ir, se puede ir, esto da tranquilidad al cliente.

En el fondo, un 50% va a renta fija y el otro 50% a activos con más riesgos. En un fondo típico de endowments a largo plazo la renta fija no suele superar el 15%… y el resto va a activos de riesgo.

«Estamos abiertos a particulares e instituciones, especialmente a los católicos, porque compartimos principios. Tenemos fundaciones, congregaciones… cerca de la mitad son ya católicos particulares, que también quieren que su dinero se invierta en cosas bien hechas», concluye María Vázquez.-

ReL

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