Opinión

La alucinación colectiva

Dobles mensajes, por cuanto parecen decir algo, pero implican todo lo contrario

 

Gloria Cuenca:

Hace poco escribí un artículo que titulé: ¿Torció la puerca el rabo? Resultó que me quedé corta. No lo torció, lo retorció. Se trata de qué, 2 millones y medio de venezolanos, sufrimos de “alucinaciones colectivas”. Hicimos colas, esperamos, nos mojamos. También en algunas regiones, se asolearon y sudaron.  Todo fue una ilusión óptica. Nada de esto pasó. Pero, ¡sí pasó! y hay que quitarle el sentido y el efecto a lo realizado, e inician un “juicio” para anular lo que dicen qué: no ocurrió, es mentira; por lo tanto, debe ser anulado. ¡Si, la locura!

Respiren profundo. Entonces, ¿no votamos 2.5 millones de personas, y hay que anular el acto?  Se trata amables seguidores, contradictorios y, también confundidos lectores, de mensajes esquizofrénicos. Existe una gran Escuela de Psiquiatría y Psicología en “Palo Alto”, California, EEUU. Allí se han desarrollado muchas de las terapias humanistas, así las llaman. Refiere al Análisis Transaccional, la Gestalt, el Psicodrama, la Sistémica, el Constructivismo radical, la Rogeriana, la Bioenergética, entre las múltiples y variadas teorías y experiencias discutidas, puestas en práctica, utilizadas y aprobadas. Un importante psicólogo y Maestro, el Dr. Paul Watzlawick incorporó en sus estudios la necesidad del estudio de la comunicación para el crecimiento, el desarrollo y la madurez de las personas. También insistió en la necesidad de una comunicación sana para el buen desenvolvimiento del humano. Su aporte, fundamental: hizo el descubrimiento de qué, existen mensajes de comunicación a los qué denominó: dobles mensajes, por cuanto parecen decir algo, pero implican todo lo contrario. Es decir, niegan el mensaje emitido, creando una confusión dañina en el receptor de dicho mensaje. Estudió, en particular, ese tipo de mensajes en el ámbito familiar. Las madres, como casi siempre, resultamos culpables, por esos mensajes: “¿Mamá, puedo salir a jugar con fulanito?” Respuesta de la mamá “Si, mijito”. Mientras dice que no, con la cabeza. El niño entra en confusión, no sabe que hacer: ¿Le hace caso a la palabra o al gesto? Según el Dr. Watzlawick, se trata de dobles mensajes, “esquizofrénicos”, qué de ser constantes y diarios, pueden transformar al individuo en esquizofrénico por el resto de su vida.

Hace cerca de 20 años, fui a un seminario de la Sociedad Interamericana de Prensa, (S.I.P) en Miami, Estados Unidos. Fui invitada, como esposa del director, de “El Regional del Zulia”, Adolfo Herrera. (QEPD) Allí se dio un espacio, a un ciudadano cubano, recién liberado de las oprobiosas cárceles de Cuba. Era un hombre sencillo, castigado por más de 20 años de prisión. Terminó sus palabras agradeciendo a los que allí estaban por lograr su libertad y dijo: “Sin temor a equivocarme, todos los cubanos están esquizofrénicos al día de hoy”. Sus palabras me impactaron mucho. Me acerqué y le pregunté: ¿Por qué dice que los cubanos están locos, esquizofrénicos? Sorprendido, me dijo, “Porque es así. La confusión entre lo que dice la propaganda y la realidad los ha vuelto locos. Nos salvamos unos pocos.”

De inmediato, en aquel momento, se me vino a la mente la teoría de la comunicación humana de Watzlawick. Actualmente, lo compruebo en nuestro martirizado país. Ellos se dirigen al pueblo. Al más pobre, al qué más han engañado y prometido; solo  embustes: pretenden volver a mentirles a pesar de qué se ha visto la realidad. (Ellos, los ciudadanos fueron parte activa) Todas estas patrañas montadas y ejecutadas son destinadas a esa enorme masa que se les volteó el 22 de octubre. Sí, pretenden enloquecerlos con sus mentiras y mensajes de doble vinculo. Sin embargo, como siempre, sus jefes cubiches, se equivocan con Venezuela. No es igual, un pueblo que sabe, que hubo y tuvo libertades, a otro qué pasó de la bota militar al totalitarismo marxista. Eso pasa con la pobre isla de Cuba: sometida por más de 60 años al totalitarismo comunista, sin haber conocido jamás la democracia. No es nuestro caso. ¡Gracias a Dios! Ha sido una constante lucha por imponer la democracia, los valores republicanos, la honestidad y la decencia de la civilización. Quienes vivimos y los qué, por un tiempo o por momentos, adversamos la república civil, (mal llamada por ellos, 4ta. República, demostrando gran ignorancia.) sabemos sobre sus bondades y errores. Fundamentalmente, conocemos y saboreamos la Libertad, y la Libertad de Expresión. Particularmente, yo, puedo hablar con certeza: Actué con la ideología como norte: fui comunista. (¡De terror!) Me di cuenta del desastre, me salí. Los demócratas me recibieron con los brazos abiertos. ¡Primero me perdonaron ellos a mí, qué yo misma! No lo entenderán jamás los invasores. No conocen sino autoritarismo, personalismo, militarismo y caudillismo. La libertad es cómo un maravilloso elixir. Una vez que se prueba no se puede olvidar y se desea siempre. ¡Cómo el amor, cuando se ha amado tan intensamente, no se olvida jamás! Nada, ni nadie lo puede equiparar. La pasión por la libertad, es tan fuerte como la pasión amorosa. Para quienes hemos tenido la suerte de sentirlas ambas, la vida ha sido pródiga y suficiente.

¡Gracias a Dios, de nuevo!

 

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