Lecturas recomendadas

Vigencia del Salmo II

Alicia Álamo Bartolomé:

1 – ¿Por qué se han
amotinado las naciones,
y los pueblos meditaron
cosas vanas?

2 – Se han levantado los
reyes de la tierra, y
se han reunido los
príncipes contra el Señor
y contra su Cristo:

3 – “¡Rompamos, dijeron,
sus ataduras y
sacudamos lejos de
nosotros su yugo!”

4 – El que habita en el
cielo se reirá de ellos, se
burlara de ellos el Señor.

5 – Entonces les hablará
en su indignación, y les
llenará de terror con su ira:

6 – “¡Mas Yo constituí
mi rey sobre Sión,
mi monte santo!”

7 – Predicaré su decreto:
a mí me ha dicho el
Señor: “Tú eres mi Hijo,
Yo te he engendrando hoy.

8 – Pídeme, y te daré
las naciones en
herencia, y extenderé
tus dominios hasta los
confines de la tierra.

9 – Los regirás con vara de
hierro, y como a vaso de
alfarero los romperás”.

10 – Ahora, pues, ¡oh
reyes!, entendedlo bien,
dejaos instruir, los que
que juzgáis la tierra.

11 – Servid al Señor con
temor, y ensalzadle con
temblor santo.

12 – Abrazad la buena
doctrina, no sea que al fin
se enoje, y perezcáis fuera
del camino, cuando dentro
de poco se inflame su ira.
Bienaventurados
serán los que hayan
puesto en Él su confianza.

Hasta aquí el Salmo en una de sus traducciones al español, hay muchas, pero el contenido es el mismo: una advertencia seria a quienes gobiernan la tierra. Cambiemos lo de reyes y príncipes a un vocabulario más contemporáneo, mandatarios y presidentes, por ejemplo. El fuerte mensaje permanece: se han levantado los jefes de las naciones contra Dios creador y su Hijo, Cristo. Lo vemos todos los días. Decretos y leyes a favor de aberraciones monstruosas, como el asesinato del aborto, a ideología de género, la eutanasia, el matrimonio de homosexuales, el cambio de sexo de niños sin autorización de los padres, en fin, una retahíla de disparates antihumanos que espelucan.

Aunque me llamen partidaria de la homofobia, no me importa, porque me acomodarán el calificativo por decir la verdad. En nuestros Estados, todavía, el homicidio es un delito penalizado por la ley. Entonces, ¿Cómo se puede despenalizar el aborto provocado? Es el asesinato de una persona humana inocente e indefensa. Desde su concepción el feto tiene ya su código genético completo. No sólo en su cuerpo sino en la psiquis. Su instinto de supervivencia lo hace huir hasta el fondo del útero cuando introducen en éste el chupón para succionarlo y matarlo. Esto está documentado en películas y videos. Cualquier persona sensible que los vea enseguida se hace antiabortista. Además, en los 60 millones de abortos anuales que realizan los insensatos y crueles homicidas, amparados por una medicina espuria y una ley igual, en clínicas y hospitales, ¿Cuántos genios de la ciencia, el arte, el deporte o benefactores de la humanidad que venían en ese paquete sentenciado a muerte, se quedaron sin nacer?

En cuanto a la ideología de género, es una idea y una terminología errada. El género es un término gramatical para identificar el carácter de sustantivos y pronombres: masculino, femenino o neutro. Cuando se habla de personas se dice del sexo femenino o sexo masculino, lo de sexo neutro no existe. Supongo que los avanzados de hoy se acogen a lo de género para poner en neutro a los homosexuales y eso me parece, no sólo una discriminación odiosa, sino un insulto. Ellos son hombres y mujeres, sus privadas tendencias sexuales debemos respetarlas, no colocaros por ellas como cosas.

La vida hay que respetarla hasta su digno final. Dios nos la dio como un don y junto a éste el instinto de conservarla. El suicidio es una anomalía psíquica, a pesar de eso lo condena no sólo la ley de Dios sino la civil. Es un delito, ¿Cómo no van a serlo la eutanasia y el suicidio asistido fríamente decretados para los enfermos terminales? ¿Quién tiene poder en este mundo para decidir el fin de un ciclo vital? ¿Para ahorrar sufrimientos? El sufrimiento es parte de la vida y tiene un valor redentor. Se pueden aliviar y evitar con la medicina, pero no con la eliminación de la víctima. La muerte sólo la dispone Dios.

El matrimonio entre homosexuales me parece un complejo heterosexual de sus pretendientes. ¿Por qué afanarse en una unión igual a la de entre hombre y mujer, si ellos están orgullosos de ser distintos? Pues busquen una unión distinta, con carácter propio. No igualarse dentro de una institución ancestral que decidieron en un principio los sexos opuestos para garantizar la constitución de la familia y la crianza de los hijos. Para mí la homosexualidad no es objeto de discriminación ni asociación, es una enfermedad como la diabetes, el asma o esclerosis múltiples, cuyos pacientes no discrimino en el trabajo, el trato social o la amistad, aunque lamento que sufran ese mal . Lo mismo me pasa con los homosexuales. Los he tenido como compañeros de trabajo, de actuación teatral y amigos dilectos con la mayor naturalidad. ¿Cuál es el problema?

En cuanto al cambio de sexo de menores de edad sin autorización paterna me parece el colmo de las aberraciones. Y lo más insólito es que lo aprueben en algunos los Estados Unidos donde a un joven menor de 18 años, ¡está prohibido venderle una cerveza! ¿En dónde estamos?

En un mundo de locos. El Salmo II termina recomendándole, a estos jefes de Estados descarriados, que vuelvan al buen camino de Dios antes de que perezcan cuando dentro de poco se inflame su ira… Es una manera de hablar porque Dios no tiene pasiones y mucho menos negativas, si acaso, “sufre” alguna, es la del Amor y el perdón. Sin embargo, pónganse mosca, mandatarios del orbe, porque estamos viendo muchas catástrofes naturales y provocadas por el hombre: terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, tsunamis, calentamiento global, enfermedades y esa pandemia del coronavirus con su manto de dolor y duelo envolviendo todo el planeta. Su adiós no parece cercano. Estamos en vilo. ¿Ira de quién? Pues será más bien regocijo del Diablo.-

Diario El Impulso/Columna Del Guaire al Turbio

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