Lecturas recomendadas

Inteligencia como artificio

El ser humano ha de estar siempre pendiente de que el progreso no se le vaya de las manos

Mons. Ovidio Pérez Morales:

 

El tema de la inteligencia artificial está sobre el tapete de la actualidad y se inscribe dentro del cambio epocal característico de nuestro tiempo. El Papa lo abordó por cierto el año pasado en documento con ocasión de la Jornada Mundial de la Paz.

 

Como ha sucedido en otros momentos de la historia los saltos en el campo del desarrollo humano son interpretados por no pocos como conquistas del hombre y retrocesos en el reconocimiento de Dios como ser supremo creador y providente.  Se reactualiza a Prometeo como autoafirmación del hombre frente -de modo independiente y beligerante- a lo divino. Ese personaje mítico robó el fuego a Zeus, a lo que siguió un terrible castigo; ya liberado, terminó siendo interpretado como dador del fuego, las ciencias y artes a los seres humanos como instrumentos de progreso. Y hasta de prometeicos, como liberación de dependencias trascendentes, llegan ateos y agnósticos a identificar los logros civilizatorios. Un antiguo escritor cristiano percibió esto y lo revirtió diciendo que la gloria de Dios es precisamente que el ser humano crezca.

El Génesis en su relato del pecado original narra, con peculiar vestimenta literaria, algo a propósito. El tentador invita a los primeros humanos a que se apropien de la ciencia por la cual habrían de ser como dioses, conocedores-determinadores del bien y del mal. Ello simboliza algo que atraviesa toda la historia humana: los celos del hombre ante la supremacía divina. Filosofías e ideologías de muy diverso género han tratado de sistematizar el drama, o, peor, la tragedia, que los griegos tradujeron en expresiva mitología. Un humanismo desconocedor o negador de Dios (ateísmo práctico y teórico), que en una forma u otra, tarde o temprano, como lo comprueba la historia, lleva al daño y negación del ser humano.

Antes de entrar en otros particulares podría decirse que la denominada inteligencia artificial antes que tal cosa es un arte-facto, un factum, producto del ars o tekné en cuanto capacidad operativa del ser inteligente que es el hombre.  El referido documento de la Santa Sede asume la “inteligencia artificial” en perspectiva positiva de sentido doble y complementario. Por una parte interpreta ese logro como exponente del desarrollo de las potencialidades de una creatura, que Dios hizo a su imagen y semejanza y a la cual encomendó un señorío servicial sobre el universo, dándole para ello capacidades particularmente intelectivas y volitivas, que se reflejan en los instrumentos (cosas, sistemas…) que el agraciado produce. Por otra parte ofrece una serie de advertencias y orientaciones para que el arti-ficio sirva de verdad al desarrollo humano y no se convierta en male-ficio como bumerán dañino. Lo que el hombre idee, construya y maneje ha de serle factor de desarrollo, paz, justicia y libertad. La inteligencia humana trasciende el arti-ficio que construye: tiene como objeto-horizonte la verdad y el bien ilimitados y en cuanto facultad espiritual anida en un ser personal.

En esa perspectiva positiva se inscribe lo que el documento dice sobre la interdisciplinariedad:

“Una mirada humana y el deseo de un futuro mejor para nuestro mundo llevan a la necesidad de

un diálogo interdisciplinar destinado a un desarrollo ético de los algoritmos — la algorética—, en

el que los valores orienten los itinerarios de las nuevas tecnologías. [12]Las cuestiones éticas

deberían ser tenidas en cuenta desde el inicio de la investigación, así como en las fases de

experimentación, planificación, distribución y comercialización. Este es el enfoque de la ética de la

planificación, en el que las instituciones educativas y los responsables del proceso decisional

tienen un rol esencial que desempeñar” (No.6).

El ser humano ha de estar siempre pendiente de que el progreso no se le vaya de las manos. Con iguales material e ingenio puede construir medicamentos para curan y cañones para matar. Ya el Génesis habló de la ambivalencia de la herrería naciente (4, 19-24).

La inteligencia artificial como arti-ficio debe actuarse en la línea del desarrollo integral humano.-

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba