Bogotá, D.C., 28 de febrero de 2025
Monseñor
Timothy Broglio
Arzobispo de los Servicios Militares de Estados Unidos
Presidente
United States Conference of Catholic Bishop – USCCB
Señores Obispos Conferencia Episcopal de Estados Unidos
Queridos hermanos en el episcopado:
El pueblo latinoamericano y caribeño es la expresión de una identidad formada a lo
largo de cinco siglos gracias al aporte de quienes habitaban estas tierras desde antiguo y
a millones de hombres y mujeres que llegaron libremente o forzados por situaciones de
dolor y sufrimiento.
Esta diversidad, no siempre en plena armonía, es hoy una riqueza, sobre todo
cuando se reconoce el aporte que cada tradición y cultura realiza al bien común y, desde
la fe, valoramos la presencia del otro como un hermano, alguien también amado y cuidado
por nuestro Padre Dios.
Desde hace tiempo, muchos latinoamericanos y caribeños están saliendo de sus
territorios, desplazados por la violencia y la fata de oportunidades, en búsqueda de
condiciones que les permitan vivir dignamente y realizar sus sueños. Como sabemos,
Estados Unidos es uno de esos lugares que muchos eligen al emprender el doloroso
proceso de desarraigo para alcanzar un desarrollo humano que nuestros gobiernos no han
sabido garantizar.
Por eso queremos reconocer y agradecerles el apoyo que históricamente han
brindado a nuestros hermanos y hermanas que ingresan a su patria, integrándolos en sus
comunidades, sosteniéndolos espiritualmente y colaborando en sus necesidades
inmediatas y para encontrar vías de les permitan acceder a condiciones de desarrollo
económico.
Por otra parte, en estas semanas venimos escuchando a los familiares de quienes
han emigrado Estados Unidos que nos cuentan sus miedos y temores ante los anuncios y
decisiones tomadas por el gobierno federal en temas migratorios. La angustia se ha
apoderado de ellos y una sombra se ha levantado sobre la tierra de la libertad y la
confianza en Dios. Estas personas solo quieren mejores condiciones de vida y nosotros
somos llamados a promover y cuidar la vida.
Uniéndonos a la carta que el Papa Francisco les ha dirigido el pasado 10 de febrero,
los animamos, junto a todo el Pueblo de Dios, a “a no ceder ante las narrativas que
discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y
refugiados”. Ustedes son una luz que ilumina las conciencias y la capacidad de
discernimiento de tantos hermanos estadounidenses para no caer en la tentación de pensar
que lo diferente es una amenaza y valorar su riqueza.
Reafirmamos nuestros lazos fraternos como obispos y el de las Iglesias de nuestros
países para trabajar juntos tanto para quienes quieren permanecer en sus países a partir de
su derecho a no migrar como quienes necesitan salir de ellos para preservar sus vidas y
custodiar el futuro de sus familias.
Los encomendamos a la protección y el consuelo de la Virgen de Guadalupe y los
saludamos fraternalmente en Cristo.-
Card. Jaime Spengler
Presidente
Arzobispo de Porto Alegre, Brasil
Mons José Luis Azuaje Ayala
Arzobispo de Maracaibo, Venezuela
Primer Vicepresidente
Mons. José Domingo Ulloa, O.S.A
Arzobispo de Panamá, Panamá
Segundo Vicepresidente Presidente
Mons. Santiago Rodríguez Rodríguez
Obispo San Pedro de Macorís, Rep. Dom.
Presidente CAE
Mons. Lizardo Estrada Herrera, O.S.A.
Obispo Auxiliar de Cusco, Perú
Secretario General
