En las sociedades primitivas, la religión, la moral, el derecho, las costumbres y los modales existen como un todo indiferenciado. No podemos decir con seguridad qué fue primero. Surgieron juntos. Sólo en tiempos comparativamente modernos se han diferenciado claramente entre sí; y al hacerlo, han desarrollado tradiciones diferentes.
En ninguna parte es más llamativa esta diferencia de tradiciones que en la que existe entre la ética religiosa y las costumbres. Con demasiada frecuencia, los códigos morales, sobre todo los que siguen ligados en gran medida a raíces religiosas, son ascéticos y lúgubres. Los códigos de buenas maneras, en cambio, suelen exigirnos que seamos, al menos exteriormente, alegres, agradables, amables, cordiales, en resumen, una fuente contagiosa de alegría para los demás.-