Trabajos especiales

¡ Más que una efeméride, menos que una utopía !

Cuando esperanza es Solidaridad, ¡¡¡ Caín no prevalece sobre Abel[15] !!! porque no se conciben fratricidas ni errantes sino, Fratelli Tutti

Roberto Fermín Bertossi, desde Argentina:

 

Sumario:  I.- Introducción. II.- Presentación. III.- Doctrina Social De la Iglesia actual.- IV.- Beneficios cooperativos, tangibles e intangibles.- V.- Desafíos. VI.- Objetivos. VII.- Conclusiones y propuestas.

 

 

  1. Introducción:

Como todos los años, el primer sábado del mes de julio, se conmemora tal efeméride bajo el lema “Las cooperativas construyen un mundo mejor”, como muestra del impacto permanente que han tenido y tienen las cooperativas a nivel mundial. Al menos, así los dispuso Naciones Unidas[1] (AIC+2025), atendiendo a su rol de artífices del desarrollo humano, rural y urbano.

Con ello se pretende difundir la contribución de las cooperativas al desarrollo social y económico, así como al avance de la Agenda 2030[2]

De tal manera, Naciones Unidas ha decidido dar protagonismo durante todo el año 2025´ a este modelo empresarial caracterizado por un marco axiológico peculiar, según destaca la ONU, que hacen de las auténticas cooperativas una concreta y desinteresada complementación en la “solución a los desafíos humanos actuales”

No es casualidad que muchas de las organizaciones de autogestión y acción comunal para el trabajo, la producción, los servicios, la ruralidad agropecuaria, la pesca y la minería sean cooperativas. Su finalidad y sus principios coinciden con los del movimiento cooperativo poniendo a las personas y el entorno natural como prioridad, y la búsqueda del beneficio económico como un medio para su bienestar, no como un fin en sí mismo.

Tal decisión de Naciones Unidas se propuso destacar, durante este nuevo año, la decisiva contribución sustantiva de las cooperativas genuinas a un desarrollo sostenible, a la reducción de las desigualdades, a la defensa de los valores democráticos, a la singular protección de los derechos sociales, laborales, económicos, al medio ambiente y humanos en general.

La ciencia cooperativa como estudio e investigación permanente de la relación entre los campos ((Pierre Bourdieu))[3] demográfico, económico, tecnológico, ambiental, jurídico, del poder y otros que puedan contribuir –relacional, colaborativa y circularmente– a la evolución de un mundo posmoderno más solidario, más fraterno, menos líquido y artificial, tanto como a la previsión de las situaciones que podrían derivarse de sus influencias conjugadas; visualiza con sus primeras aproximaciones vinculaciones e impactos positivos, que una auténtica cooperación conlleva, vg.: democracia económica, ahorro, precio justo, justicia distributiva e igualdad para la vida humana, para cada economía doméstica y micro productiva cotidiana; sin corrupción ni privilegios y con absoluta neutralidad (no económica) política, racial, religiosa, étnica, de nacionalidad, de género o región; obviamente ajena a toda estafa piramidal vg.,  mediante pseudo cooperativas de seguros, vivienda, de ahorro y préstamo u otra.

 

 

  1. Presentación :

Las múltiples y diversas realizaciones cooperativas, su ´per sé´ respetable supervisión, moderación y regulación económica como externalidad positiva en el mercado,  resultan irrefutables a lo largo y a lo ancho del tiempo como de las geografías humanas.

Solamente en Argentina y entre tantas otras, veremos que desde hace más de un siglo (Cooperativas de Pigüé como “El progreso agrícola (1898) como en la localidad bonaerense de Punta Alta y su primera cooperativa de electricidad (1926); tanto y tantísimos vecinos y campesinos, agricultores, tamberos, usuarios de servicios vitales (vg., agua potable, energía eléctrica rural, transportes, comunicaciones (telefónicas, redes, cable, televisión, drones e internet), logística e infraestructura secundaria y terciaria; usuarios y consumidores de servicios y alimentos e insumos para satisfacer necesidades físicas básicas, trabajadores independientes;  adultos mayores (casas hogares y refugios cooperativos magnánimos con el ejemplo actual y admirable en Macachín, La Pampa); cuentapropistas, titulares de artes u oficios, personas sin vivienda, sin trabajo o sin condiciones de ahorro y crédito bancario, etc.; resumidamente todos, en un conjunto difuso proactivamente favorable y humanamente modificable, vienen dando una larga y buena cuenta de ello con sus logros y superávits en materia de desarrollo humano sostenido.

Las dificultades, subestimaciones y reproches (justos e injustos) por los que pasaron y atraviesan algunas cooperativas, no debiera impedirnos reconocer la importante función que desarrolla y cumplimenta la dinámica e impronta cooperativa y admitir que aún así, puede ser un modo probadamente exitoso de afrontar con criterios de solidaridad los grandes retos actuales, pero con dignidad e igualdad; básicamente los inconmensurables desafíos de un colapso ecológico, la derrota de toda guerra, la potencialidad autodestructiva de la inteligencia artificial o fenómeno de ghiblización mediante IA; y ello conforme a una perspicacia penetrante, a una clarividencia anticipatoria y a unas oportunas advertencias de autores de la talla de un Yuval Noah Harari[4] (Nexus), de un Tomas Piketty[5][6] o de un tal Byung-Chul Han[7]

Entonces, con los cuidados y recaudos del caso, con la reafirmación cooperativa desde la Doctrina Social de la Iglesia por el novísimo papa León XIV, los tiempos que corren sugieren como imprescindible desempolvar el brillo propio pero fecundo de un auténtico Sector Cooperativo, recuperando y ratificando gradual y paulatinamente cuanto de ello fuera necesario en razón de su comprobada categoría de  valioso subsistema económico complementario y convergente que, integrado plenamente en el mercado, viene trabajando secularmente agregando, integrando y multiplicando valor, entusiasmo, innovación y creatividad a los anhelos y economías domésticas individuales de los asociados y sus familias en pro de un interés común.

Asimismo, especial mención merecen aquellas “admirables e imitables pequeñas cooperativas” que, en materia de básicos servicios públicos esenciales (vg., agua potable, energía eléctrica, gas, transporte, etc.), desde su menor dimensión, exhiben un sólido desempeño en áreas más restringidas, menos pobladas, alejadas geográficamente o inhóspitas, pero no por ello menos importantes porque al fin y al cabo, “Lo pequeño es hermoso”[8] de E. F. Schumacher;  inspirado no solo en una frase de su maestro Leopold Kohr sino en la sabiduría de que siempre “Con muchos poquitos, podemos hacer “un Mucho””

Lúcida y concomitantemente, sobre esto último Byung-Chul Han, sostiene que “la esperanza tiene sus propios comportamientos y cogniciones, no simplemente como una emoción pasiva, sino como una fuerza activa que moldea nuestra relación con el mundo y el futuro, porque más allá de ser un deseo o una espera, es una disposición a la acción y una forma de relacionarse con lo desconocido”

Entonces eso mismo debiera resignificar y despertar  un “Cooperativismo” más performativo entre nosotros; activando, multiplicando, esparciendo y fusionando cualidades y aspiraciones personales en pos de un progresivo “mejor vivir” de sus miembros involucrados; mancomunando esfuerzos, aportes, cuidados y reciprocidades seriales para acceder dignamente a un ecuánime adelanto y equitativo bienestar personal y comunitario.

III. Doctrina Social de la Iglesia[9] actual (DSI)

A lo largo de su pontificado, el papa Francisco fue señalando que “la cooperación es una forma de abrir el techo de una economía que corre el riesgo de producir bienes a costa de la injusticia social”.

De ahí se desprende que sugiera, impulse y promueva más cooperativas para construir una economía de honestidad.

En el transcurso de 2015, exactamente un 26 de marzo, ante unos 7.000 miembros de la Confederación de Cooperativas Italianas; expresó, sin ambages ni ambigüedades, su apoyo irrestricto a las cooperativas, como una manera de alcanzar una “economía de honestidad”. En su discurso en el Vaticano el 28 de febrero, el Papa sugirió cinco acciones para que las cooperativas alcancen su misión y desafíen la cultura desechable actual.

“La iglesia ha reconocido siempre, apreciado y alentado la experiencia cooperativa”, dijo. El obispo de Roma piensa que, para alcanzar su misión, las cooperativas necesitan continuar creando nuevas empresas que respondan a las necesidades de la gente y crear oportunidades, particularmente para mujeres y jóvenes.

“Aparte de las nuevas empresas, necesitamos también mirar hacia las empresas con dificultades, las que los viejos propietarios dejan morir y que en lugar de ello podrían ser revitalizadas a través de la adquisición por parte de los trabajadores”.

Explicó que muchas personas no eran capaces de tener acceso a los servicios de salud. El Papa piensa que las cooperativas podrían responder a sus necesidades por la creación de una red efectiva de asistencia y solidaria entre estas,  hospitales, laboratorios, iglesias, etc.

 

El entonces líder de la Iglesia católica también comentó que las cooperativas podrían permitirles a las personas alcanzar todo su potencial. Dijo: “Un miembro de la cooperativa no debe ser simplemente…un trabajador…pero debe ser siempre protagonista y debe crecer, a través de la cooperativa, como persona social y profesionalmente responsable; una empresa administrada por una cooperativa debe crecer de una manera cooperativa, involucrar a todos”.

La cuarta recomendación para las cooperativas fue crear más armonía entre el trabajo y la familia, a través de iniciativas tales como guarderías, o servicios de cuidado doméstico. Aun admitiendo que esto necesita financiamiento, el Papa alentó a los cooperantes a “invertir bien”. V.gr., “En Italia ciertamente es difícil obtener financiamiento público para compensar la falta de recursos. La solución que propongo es esta: unir con determinación los instrumentos correctos para llevar a cabo buenos trabajos.

Colaboren más con los bancos cooperativos y las empresas, organicen los recursos para permitir a las familias vivir con dignidad y serenidad y pagar salarios justos a sus trabajadores. Cuando el dinero se pone al servicio de la vida, puede ser administrado de una manera correcta por la cooperativa, si es una cooperativa auténtica y verdadera, donde el capital no gobierne las personas, sino que las personas gobiernan el capital”, añadía el papa Francisco.

“Si la economía cooperativa desea cumplir una función social fuerte, si quiere ser un agente del futuro para una nación y para cada comunidad local, debe perseguir objetivos claros y transparentes. Debe promover una economía de honestidad, una economía de curación del mal traicionero de la economía global. Una economía real promovida por las personas que tienen en su corazón y en sus mentes solo el bien común”.

El papa Francisco concluyó alentando a las cooperativas a extender su trabajo a nivel internacional… “Es necesario tener el coraje y la imaginación para construir el camino correcto para integrar el desarrollo, la justicia y la paz en el mundo”

 

  1. Beneficios cooperativos tangibles e intangibles

Las cooperativas resuelven dificultades, atemperan y reducen desigualdades, introdujeron la democracia económica y una solidaridad traducida en aportes sustanciales al bien común, al interés y adelanto familiar con útil impacto en el  bienestar general.

Sirven a los pequeños agricultores y campesinos para alquilar o comprar tierras y maquinarias asociativamente, igualmente para comprar abono, semillas, insecticidas y equipos de calidad a mejores precios y condiciones, así como venderlos más óptimamente (que haciéndolo aislada e individualmente) llevándolos al mercado o industrializándolos, como por ejemplo pasteurizando la leche y procesándola en quesos, yogures, dulce de leche y manteca.

También nos advertía que mediante autoseguros cooperativos, podrían servir para asegurar a sus miembros contra riesgos que les resultan muy caros, si no imposibles, de satisfacer individualmente.

 

  1. Desafíos cooperativos inmediatos y mediatos:

Claramente por estos días, cobra relevancia la necesidad de resolver los principales problemas y desafíos cooperativos en orden a la eficacia de gestión tanto como a conservar su aporte solidario civil secular y equitativo al bienestar general.

Identificamos como prioritarios “desafíos cooperativos” relevantes a resolver, atento su índole y gravitación: a) La profesionalización y digitalización de la gestión; b) Financiamiento: creación e incremento de fuentes de recursos genuinos propios y mixtos; c) Mejoramiento en las garantías para asociados y terceros; d) Activar las vertientes empresariales, tecnológicas, ambientales y de formación cooperativas; e) Simplificar toda regulación; f) Impulsar alianzas estratégicas e inteligencia de mercados; g) Lograr un apropiado y merecido tratamiento académico, tributario, crediticio, arancelario y sobre derechos de exportación, con discriminaciones positivas acorde a la peculiar naturaleza y características de una auténtica y genuina cooperativa; h) Plasmar (en el caso argentino) una nueva ley de cooperativas, democrática y federal; i) Cooperativizar Inteligencia Artificial; j) Desregulación cooperativa y mutual.

  1. Objetivos de las cooperativas:

Los objetivos del cooperativismo, expresados prácticamente en sus principios, encuadrados y abrevando substancialmente en los de la Doctrina Social de la Iglesia son:

 

– Conceder y facilitar un acceso a derechos que implique asumir deberes.

– Educar en deberes, medio ambiente, IA, usos y consumos responsables.

– Alcanzar la democracia económica solidaria en pos de “Economías ético-morales”.

– Cambiar el espíritu de lucro individual por el de solidaridad.

– Poner al alcance de todos la oportunidad de participar en la economía, simplificadamente.

– No legitimar desigualdades, corrupción ni privilegios.

– Fomentar la educación, no solo de sus miembros, sino de toda la sociedad civil, urbana y rural; alentando e incentivando la reciprocidad mutual.

– Promover la dignidad humana en un ambiente regido por normas éticas y morales, ante el acecho de lo peor de la inteligencia artificial, las guerras y el creciente dilema propio de un agudo déficit ecológico.

– Fomentar una cultura ambiental, de usos/consumos y financiera; responsable y sustentable.

 

VII. Conclusiones y propuestas:

1) Cuando crecen exorbitante y negativamente las asimetrías entre la evolución material tecnológica e inteligencia artificial, respecto de una clara involución de la ética, de la sobriedad y de la corresponsabilidad socioambiental, con grave desmedro fraternal para estas últimas; reubicar digna y satisfactoriamente –sin solidaridad cooperativa– a toda la sociedad humana en una nueva economía, tecnológicamente disruptiva; claramente parece resultar utópico.

2) Sin demora, emancipemos entonces a las cooperativas de esa atmósfera burocrática artificial carente de juridicidad configurada hoy por la “jaula de hierro”[10] (Max Weber) de la Administración pública. En el caso argentino, un yugo y servidumbre  a cargo del unitario, corporativo y centralista Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES); ello sin perjuicio de “liberarlas” también de aplicaciones normativas supletorias (insolidarias e impropias) como son (al menos en Argentina) las de un seudo derecho cooperativo de facto e impregnado por otra norma de Facto, hablamos vg. sólo de sendos decretos aberrantes: 19.550 de 1972 o 21.526 de 1977 para sociedades comerciales y entidades financieras (precisamente personas jurídicas con esenciales fines de lucro).

 

3) Por la madurez, seriedad y proyección a que aspiran nuestras cooperativas dentro de un mercado ultra competitivo, ello no solo a nivel nacional o regional, sino también internacional, calificamos, denunciamos y reclamamos entonces como urgente un nuevo enmarque jurídico modernamente apropiado y la inmediata desregulación de las cooperativas argentinas conforme a los dispositivos relacionados del Código Civil y  Comercial Argentino (CCC); puntualmente su artículo 148.

4) En efecto, la ampliación de mercados, el apabullante adelanto tecnológico, la cambiante demanda de productos, bienes, servicios como soluciones de comercio electrónico ShoWare o programas de computación afines, las criptomonedas como nuevos medios de pago, las amenazas de una indescifrable e indomesticable inteligencia artificial (IA), etc.;  todo colisionará con la tradicional empresa cooperativa enraizada en el esfuerzo físico de sus asociados, o en los productos aportados y consumidos habitualmente sólo entre los mismos.

5) Una dinámica y estratégicamente apremiante reorientación o transformación de la empresa cooperativa no tolera un simplista condicionamiento reducido a los intereses del grupo pre asociativo promotor (“carente otrora de elementales prospectivas demográficas, ambientales y tecnológicas”). En efecto; hoy ella hoy requiere de redes, instalaciones y equipos que los nuevos desarrollos tecnológicos han logrado en materia de producción, industrialización, digitalización y comercialización, como también de personal “sensibilizado” técnicamente competente y altamente profesionalizado para una nueva gestión, siempre en constante actualización y asimilación en el marco de este nuevo megacentro de concurrencia como de los contextos, escenarios y circunstancias en que se desenvuelve cada uno y cada cual de sus actores, protagonistas o aspirantes.

  • Si en la cooperativa tradicional, la meta consistió en economizar en beneficio de sus asociados, en una cooperativa modo siglo XXI el objetivo ha de ser también exportar e importar (Ley argentina 23.101) para tornar excedentariamente positivo la balanza de pagos de su capital; sumando por cierto a la tecnología, la inteligencia artificial y la cultura ambiental (Laudato si’[11], 24/5/2015 – Vaticano) como acentuación de la cohesión e integración fraternal de sus miembros (“personas humanas y jurídicas”) en los objetivos y en las actividades de la propia cooperativa. Esto quizá signifique, incluso a corto plazo, la forma más eficiente de beneficiar a todos los asociados cooperativos; al menos una forma ecuánime y equitativamente sostenible en el tiempo.
  • Esta prospectiva cooperativa hipermoderna y contemporánea cobra caracteres preponderantemente especiales cuando se trata de interactuar a nivel internacional.

Lo dicho se sostiene cuando verificamos que las cooperativas han quedado desfasadas frente a la progresiva concentración de empresas y riquezas. Por caso, basta comparar las experiencias empresariales de colaboración internacional cooperativa con las desplegadas por los grandes grupos mercantilistas multinacionales.

8) A renglón seguido, una adecuada y estratégica asignación y reasignación de funciones y responsabilidades cooperativas con movilidad estratégica permanente e inmediata, se traducirá en logros, servicios, escalas funcionales y económicas; repercutiendo positivamente en cada economía doméstica, en cada economía productiva (pymes), en las economías regionales y, en suma, en toda la economía nacional en pro del “bien común” el que no debe prescindir de ninguna dignidad humana.

9) Para ello, las actividades y servicios cooperativos, de naturaleza operativa, contable, administrativa, financiera, digital y de relaciones institucionales merecen a su turno, una dedicación específica y especializada para poder, recién entonces, acreditar un genuino desempeño productivo y competitivo de los principios cooperativos, -reitero- en un contexto de economía de mercado, tecnológicamente disruptivo.

10) En esa perspectiva, las cooperativas de grado superior (federaciones y confederaciones) están llamadas a jugar un rol dinámico y superador ´escalando´rumbo a la “excelencia cooperativa”

11) Por su parte, no siendo el acto cooperativo un acto de comercio, debería ser contabilizado, ponderado, encuadrado y fiscalizado “no mercantilmente”, y así, por todas las instancias relacionadas, con jurisdicción y competencia sobre el desempeño del cooperativismo, quedando este fuera del alcance de todo impuesto, tasa o contribución arbitrarios, derivados de abusos o discriminación negativa del poder.

12) Asimismo desde Argentina –reiteramos remachadamente– nuestro sostenido reproche democrático a una vetusta, impropia e inconstitucional norma del año 1973[12] (el decreto ley 20.337), la que mal e inconstitucionalmente puede seguir regulando la organización y el funcionamiento cooperativo, ya que en poco menos de 52 años –“además de los acontecimientos relacionados ut supra”– han sucedido muchas cosas, v.gr.: A) Se han reformulado los principios cooperativos (Manchester/1995); B) El proceso de concentración, desigualdades y privilegios luce poco menos que irreversible e inaceptable, razón angular que torna ineludible un programa interinstitucional federal para la refundación, refuncionalización, actualización y reempoderamiento del sistema cooperativo, urbano y rural; C) La inquietante presencia y actuación de la Inteligencia Artificial y los signos contundentes del Cambio Climático; D) El envejecimiento de la población, el éxodo de los jóvenes, las realidades migratorias e inmigratorias con sus particularidades y derivaciones demográficas e impacto propio en materia, dimensión y magnitud vg., de nuevos usos y consumos, etc.

13) A modo de conclusión, ante las graves dificultades de gestión que enfrentan innumerables empresas solidarias, “la educación, información y entrenamiento cooperativos” como ‘desprendimientos’ del principio cooperativo esencial o “regla de oro”, esto es, la “educación superior cooperativa”, deben implementarse y plasmarse rápida y aggiornadamente, integrando con rigor y prontitud saberes y estrategias pedagógicas e institucionales en general, vinculaciones universitarias y con ONG de reconocida trayectoria y solvencia en particular; sumando simultáneamente la capacitación para la certificación cooperativa de las normas de calidad pertinentes, algo central y clave para una nueva gestión cooperativa, más apropiada a las nuevas cosas de hoy.

14) Definitivamente, sin solidaridad social y con una ralentizada educación cooperativa, no puede existir activación, diálogo ni participación –autónoma, independiente y responsable– de todos los asociados cooperativos. Sin esta responsable y sostenida participación, un serio debate continúa pendiente y, sin todo ello, la democracia cooperativa viene ofreciendo toda clase de esfuerzos y sacrificios por permanecer, en tanto muchos problemas y desafíos persisten y crecen sin resolverse, lo que puede ir menguando no sólo la secular credibilidad de los productos, bienes y servicios cooperativos, sino la propia organización y funcionamiento de estas empresas solidarias civiles.

15) El nuevo derecho cooperativo como la nueva gestión “desregulada” que proponemos favorecerá también el crecimiento, la productividad, la competitividad y un realista reposicionamiento de las cooperativas ante otras opciones de desarrollo humano y económico, local y regional; ello tanto en la actualidad como en un futuro más inmediato que mediato.

16) La ecología de la realidad nos revela por estos días que, ante semejante desigualdad, crímenes ambientales y privilegios inhumanos, la Doctrina Social de la Iglesia está más en sintonía con una realidad posible, habitable y duradera para todos, con mucho más de esperanza, con mucho menos de utopías, ante las flagrantes extravagancias de los necios e insensatos que pretendieron infructuosa y perniciosamente comandar los destinos y el progreso de la humanidad; adversidades confirmadas por los pavorosos índices involutivos de desarrollo humano como de los –abstrusamente fracasados y postergados (“una y otra vez”)– Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre los que la Asamblea General de las Naciones Unidas readoptara e insistiera nuevamente en septiembre de 2015, mediante la implementación voluntarista de una Agenda 2030´ para el Desarrollo Sostenible; con lo cual de ningún modo estamos ante una “aporía” sino un plan de acción posible en favor de todas las personas humanas, de todo el planeta y su prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia; todo ello tan loable pero difícil cuanto menos, paradojal ante este escenario con ´vocación antropofágica´ que insiste inhumana e irracionalmente con la locura y el seguro fracaso humano/ambiental de la guerra, de toda guerra e IA en demasía!

17) Los Estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron una resolución en la que reconocen que el mayor desafío del mundo actual es una solidaria y mancomunada erradicación del flagelo moral de la pobreza e indigencia extremas (v.gr., salud, alimentos, medicamentos, educación, vivienda digna, seguridad y un medio ambiente sano), sosteniendo que, sin lograrla, no podrá haber desarrollo humano duradero.

18) Como los seres humanos no están solos ni aislados en el mundo, sino que viven en sociedad, la Iglesia desarrolla un juicio moral en materia económica, política, ecológica y social, a fin de inspirar actitudes justas como el uso cooperativo y fraterno de los bienes terrenos en las relaciones socioeconómicas interpersonales.

Resumiendo, la Doctrina Social de la Iglesia hace a un “corpus” de principios desarrollados a través del tiempo para dar justas orientaciones ante las realidades sociales, económicas, ambientales (Sínodo de los Obispos para la Amazonia, octubre 2019) y políticas en constante evolución; pero siempre en confraternidad con “Los santos de la puerta de al lado”

Finalmente, dado la deriva negativa de “mucha democracia” en materia de derechos y de satisfacciones, muchas formas ha tomado en la práctica el camino pacífico hacia la humanización transformadora de la economía y de la igualdad de oportunidades. La más paradigmática y performativa es, sin titubeos, “el auténtico cooperativismo”, al fin y al cabo, nuestra más preciada conclusión y propuesta, legítimamente desreguladora de libertad, convivencia y simplificación para un cooperativismo sin abusos ni «medias tintas»; con transparencia, esperanza y «su probada verdad» para nosotros, vosotros y ellos; urbe et orbi´

Por último, ¡Cuidado cooperativistas, escuchad hombres de buena voluntad … la DESTINACIÓN UNIVERSAL DE LOS BIENES[13] fue CUMPLIMENTADA GENEROSA y ABUNDANTEMENTE … pero, PERO hasta cuando PROCRASTINAREMOS tan TEMERARIA y AUTOINMOLATIVAMENTE   nuestra más que Urgente ¡”PUESTA en COMÚN[14]”!!, ante crueles equilibrios fiscales e inéditos y brutales ajustes, ajenos e imposibles para la condición humana, pero acompañados de peculiares regodeos de las máximas autoridades imperantes.

Cuando esperanza es Solidaridad, ¡¡¡ Caín no prevalece sobre Abel[15] !!! porque no se conciben fratricidas ni errantes sino, Fratelli Tutti[16].-

[1] https://www.un.org/es/observances/cooperatives-day

[2] https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2015/09/la-asamblea-general-adopta-la-agenda-2030-para-el-desarrollo-sostenible/

[3]https://lecturayescrituraunrn.wordpress.com/wp-content/uploads/2013/08/bourdieu-pierre-algunas-propiedades-de-los-campos.pdf

[4] 3) Nexus,  Yuval Noah Harari,  «La amenaza de la Inteligencia Artificial (IA), pág. 16 y siguientes; Editorial Debate; año 2025

[5]  1) Thomas Piketty; (¿Cómo orientarse en el «estancamiento neoliberal»? una conversación con Thomas Piketty, FeliciaWong y Gary Gerstle); Entrevistas// El Grand Continent, 28/06/23

[6] La economía de las desigualdades, Colección: sociología y política serie rumbos teóricos; 2015´

[7] 2) “El espíritu de la esperanza”, Byung-Chul Han; HERDER Editorial; 2024´

[8]  “Lo pequeño es hermoso”, Schumacher, E. F.; Editorial: Hermann Blume., 1982

[9] Carta Enciclica, Rerum Novarum, León XIII, 1891, ratificada, profundizada y actualizada especialmente por Paulo VI, Juan Pablo II, Francisco y recientemente por León XIV

 

[10] https://www.thoughtco.com/understanding-max-webers-iron-cage-3026373#:~:text=La%20%22jaula%20de%20hierro%22%20limita,y%20el%20esp%C3%ADritu%20del%20capitalismo%20.

[11] CARTA ENCÍCLICA, LAUDATO SI’; papa FRANCISCOSOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN”,  2015´

[12] https://www.cronista.com/opinion/30-anos-de-Democracia-40-de-inercias-dictatoriales-cooperativas-20131029-0046.html

[13] https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s2c2a7_sp.html

[14] https://www.bible.com/es/bible/128/ACT.2.44-47.NVI

[15] https://www.bible.com/es/bible/149/GEN.4.3-15.RVR1960

[16] https://www.humandevelopment.va/es/fratelli-tutti.html

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